El Perú tiene una herencia cultural de casi 10,000 años de antigüedad. Los testimonios son múltiples. Desde las pinturas rupestres hasta los monumentos de piedra y barro de las culturas Chavín, Tiahuanaco, Mochica – Chimú e Inca.
Parte de la herencia está representada por los enigmas y misterios del pasado como las Líneas de Nazca.
Después que el español Francisco Pizarro conquistara en el siglo XVI el Imperio de los Incas o Tahuantinsuyo (cuatro suyos o regiones) se estableció el Virreinato que también aportó auténticas expresiones en la pintura, escultura, arquitectura y orfebrería. Tras la Independencia, en el siglo XIX, el Perú inicio su vida como República.
La simbiosis de las antiguas culturas con las sucesivas migraciones que llegaron al Perú durante la época republicana han hecho de este un país extraordinario en manifestaciones culturales. Si a esta característica añadimos los atractivos naturales, la vida moderna y la gastronomía, el Perú resulta uno de los destinos turísticos más atractivos del mundo.
PERIODO PRE – INCA
El poblamiento del Perú está estrechamente vinculado al poblamiento de América. Según el antropólogo Paul Rivet, en el Perú se manifiesta tanto la influencia asiática como la melanésica. Pues bien, estos primeros habitantes según las opiniones más autorizadas, penetraron al Perú; unos por el norte, siguiendo la ruta de la Cordillera de los Andes desde la zona colombiana y otros desde el Este, es decir, desde la Selva Amazónica. Se duda mucho que poblaran el Perú viniendo por el mar. Estos primeros habitantes del Perú eran cazadores, pescadores y recolectores.
Los restos humanos más antiguos encontrados en el Perú se deben al ingeniero antropólogo Augusto Cardich, quien estudió la región de Lauricocha, (sierra del Departamento de Huánuco a 4,000 m. de altura) y en 1959 tuvo la oportunidad de encontrar 7 esqueletos humanos, algunos de ellos bastante destrozados, pero otros en buen estado.
Prosiguiendo sus investigaciones, en 1962 encontró cuatro esqueletos más. Estos restos sometidos al método de fechado científico por el procedimiento de Carbono 14 dieron una antigüedad cercana a los 10,000 años (8,000 años antes de Cristo). Son hasta ahora los restos más antiguos encontrados en el Perú. Los restos de Lauricocha pertenecen a seres humanos dedicados a la caza, pesca y recolección de alimentos.
En otros lugares, como en una cueva en Toquepala, Tacna; en un lugar cercano a la ciudad de Ayacucho, (Pacaicasa) se han encontrado restos de la actividad humana (herramientas de piedra y hueso, carbón vegetal, pinturas de animales en las paredes, etc.), mas no restos humanos. Dichos restos de la actividad humana tienen una antigüedad igual o mayor a los restos humanos de Lauricocha.
CULTURA CHAVIN
Fue una de las más importantes del Perú preincaico y a la vez la más antigua. Su lugar principal está en el denominado Chavín de Huantar, en el actual departamento de Ancash, provincia de Huari, a orillas del río Puccha o Mosna, afluente del Marañón, a una altura de 3,180 msnm.
En este lugar existe una importante construcción de piedra, conocida desde la llegada de los conquistadores españoles y a que se le ha dado el nombre de Castillo de Chavín.
El Castillo, es una construcción bastante grande con corredores y galerías de piedras y en donde se ha encontrado artísticos objetos característicos de esta cultura, como son el Lanzón, el Obelisco, la Estela o Piedra de Raimondi (llamada así en homenaje al naturista geógrafo italiano que la llevó a Lima en 1874); las cabezas de piedra o cabezas clavas, incrustadas en las paredes exteriores del edificio y la cerámica característica de esta cultura que es monócroma, de color negro, gris o rojo.
Se extendió por la sierra y la costa norte y central del Perú, aunque algunos hacen llegar sus influencias hasta el Ecuador por el norte y Puno por el sur. Se desarrolló en el primer milenio AC. y constituye el primer horizonte cultural de la pre – historia.
LA CULTURA PARACAS
Al sur de Pisco, en la Península de Paracas, en el lugar denominado Cerro Colorado. Fue encontrada por el Dr.Julio C. Tello, entre 1925 y 1927. Contiene numerosas tumbas a las que se denominó Cavernas y Necrópolis, conteniendo algunos cientos de momias envueltas en lujosas telas.
Para entonces el arte del tejido había llegado a un desarrollo esplendoroso. También se encontró en estas tumbas ejemplares de cerámica y restos de productos vegetales. Las momias se encuentran envueltas formando fardos de forma cónica.
Las telas exteriores son rústicas, pero en el interior se encuentran lujosos mantos bordados. Su cerámica es policroma con ilustraciones y dibujos teniendo semejanza con la de Nazca.
Según el Dr. Tello, Paracas representa la influencia de Chavín en la Costa. Su antigüedad se remonta a algunos siglos antes de Cristo, llegando su influencia hasta el primer siglo de la era cristiana. Se extendió por todo el departamento de Ica.
LA CULTURA NAZCA
En el actual departamento de Ica, en los valles de los ríos Chincha, Ica, Pisco y Río Grande de Nazca, se desarrolló la cultura de este nombre en los primeros siglos de la era cristiana.
Sobre todo en la cuenca del Río Grande, se han hecho importantes descubrimientos de tumbas en las que se han encontrado cadáveres envueltos unas veces en tejidos ordinario y otras veces en mantos finamente bordados, además gran cantidad de ejemplares de cerámica, algunos objetos de oro y también estoicas y dardos con puntas de obsidiana. Sus construcciones las hicieron empleando el barro en forma de adobe.
De los restos dejados por esta cultura, los más importantes son los de cerámica; la cual es decorada y policroma, es decir emplea varios colores como el ocre, rojo indio, ocre amarillo y negro.
Su forma es generalmente de cántaros globulares con dos picos unidos por un asa puente.
También tienen la forma de platos, tasas, vasos, ollas esféricas, etc. El descubridor fue el alemán Federico Max Uhle.
En las pampas de San José y Socos, al sur de Palpa, entre los Kms. 419 y 465 de la carretera panamericana, se encuentran en una extensión de 500 km2 unas líneas trazadas en el suelo cuyo largo es de varios kilómetros y cuyo ancho oscila entre 0.40 y 1.10 m., según las opiniones más fundamentadas se trataría de un enorme calendario observatorio construido por los nasquences para señalar los solsticios y los equinoccios. La Dra. María Reiche es quien mejor estudió estos trazos.
LA CULTURA MOCHICA
Fue la primera de las grandes culturas en la costa norte. Su centro principal estuvo en los valles de los ríos Moche y Chicama en el actual departamento de La Libertad, pero se extendió por el norte hasta Lambayeque y por el sur hasta Huarmey. Se desarrolló contemporáneamente con la cultura Nazca, el primero que estudió esta cultura y le dio el nombre fue el arqueólogo alemán Max Uhle. Fueron grandes agricultores, construyeron represas para almacenar el agua.
Los mochicas constituyeron un señorío guerrero y clasista. La casta militar y la casta sacerdotal constituían las clases privilegiadas, luego el pueblo y finalmente los vencidos que pasaban a ser esclavos. No han dejado restos de grandes ciudades, pero sí de importantes edificios como las Huacas del Sol y de la Luna en el valle de Moche.
Tuvieron una lengua particular, que fue la lengua mochica y el Sr. Rafael Larco Hoyle, sostiene que ellos utilizaron un sistema de pallares grabados a punzón que podría constituir un sistema de escritura ideográfica. Estos pallares eran llevados en bolsas por mensajeros especiales a conocimiento de los miembros de las altas clases sociales. El tejido y la metalurgia fueron desarrollados; trabajaron en oro, plata, cobre e hicieron aleaciones de metales, mas no conocieron el bronce.
La mayor fama de esta cultura es la cerámica que confeccionaron, era bícroma, empleando preferentemente el color marfil y el rojo indio, notables son los huaco-retratos – los mejores de América – reproducen cabezas de seres humanos también representan individuos con defectos físicos como tuertos o personas mutiladas, guerreros, músicos, jefes militares, curanderos, animales, o escenas de la vida diaria, entre otros.
LA CULTURA TIAHUANACO
E n torno del Lago Titicaca, se extendió por los departamentos de Puno, Arequipa, Tacna y Moquegua, el norte actual de Chile y gran parte de la actual Bolivia. Sus manifestaciones se remontan al siglo XII aproximadamente. El centro principal de esta cultura fue en Tiahuanaco, que actualmente es territorio boliviano.
Existen importantes ruinas que causan el asombro, entre ellas: La Puerta del Sol (que tiene esculpido en el frontis lo que se considera el calendario tiahuanaquense, con la divinidad de esa cultura en el centro), la Fortaleza de Akapana y el Palacio de Kalasasaya.
Se dedicaron a la agricultura, cultivaron la papa, quinua, entre otros; también se alimentaban con los peces del lago y las aves del lugar. Desarrollaron la ganadería con la crianza de llamas y alpacas.
Tiene una cerámica muy artística. Se caracterizan los vasos ceremoniales, algunos adornados con cabezas de animales, usaron muchos colores predominando el rojo indio, anaranjado, negro, ocre rojo, blanco, etc. y adornos de carácter geométrico.
También desarrollaron la escultura para representar a sus dioses. Eran antropomorfos, es decir, de forma humana, pero con una serie de atributos que eran principalmente los del felino, el halcón y la serpiente. Algunas de estas esculturas alcanzan los 7 metros. El estilo Tiahuanaco, constituye el segundo horizonte cultural.
LA CULTURA WARI
Se desarrolló en Ayacucho, en las provincias de Huamanga y Huanta. Estuvo formada por un grupo social denominado Huarpa, realizaron transacciones comerciales sobretodo con la cultura Nazca, tuvieron un gran ejército y conocieron el bronce. Su legado denota mucha similitud con la cultura Tiahuanaco, por ello se cree que Tiahuanaco-Wari fue un gran imperio.
LA CULTURA CHINCHA
Se desarrolló en el territorio en que siglos antes se había extendido la cultura Nazca. Su sede principal fue en los valles de Ica y Chincha, también se le conoce con el nombre de cultura Ica-Chincha.
Heredó mucho de la cultura Nazca, su cerámica era policroma y con dibujos, son característicos los ídolos y los bastones ceremoniales hechos de madera, algunos de los cuales son instrumentos agrícolas.
Restos arquitectónicos de consistencia, son las Huacas Centinela y Tambo de Mora.
LA CULTURA CHIMU
Se desarrolló en el antiguo territorio de la Cultura Chimú – por ello el gran parecido -. Cuenta la historia que el fundador y gobernador de este reino fue Naimlap. Tuvo por capital la ciudad de Chan Chan, construida en la parte norte del valle de Moche cerca a la actual ciudad de Trujillo.
La ciudad, toda construida de adobes, estaba amurallada y tenía grandes avenidas y calles, contaba con plazas, jardines, templos, edificios públicos y viviendas, los muros, estaban cubiertos de hermosos relieves, frisos hechos de barro, aparentemente albergó a más de 100,000 personas.
Este reino conquista los valles aledaños de Lambayeque hasta Piura por el norte y hasta cerca a Lima por el sur. En el Valle del río Pativilca construyeron la Fortaleza de Paramonga, (al borde de la carretera panamericana, al norte). Fueron grandes agricultores, ceramistas y orfebres. Tuvieron la lengua Mochica, fueron conquistados por el Inca Pachacutec.
LA CULTURA COLLA O COLLAWA
Con la caída del Imperio Tiahuanaco, surgen varios reinos rivales entre sí, entre ellos tenemos los Colla, los Lupaca y los Pacajes. Todos hablaban aymara.
Extendieron sus dominios por el occidente hasta el mar, ocupando los valles de Arequipa, Moquegua y Tacna, el norte del actual Chile hasta Antofagasta y por el sur hasta el noroeste argentino.
La riqueza de los reinos aymaras se basaba en la ganadería de la llama y de la alpaca, siendo también buenos agricultores y ceramistas.
LA CULTURA CHANCA
Se desarrolló en los actuales departamentos de Apurímac, Ayacucho y Huancavelica. Tiene como característica el uso de la madera llamada chonta que la emplean en la fabricación de sus lanzas, plumas multicolores en el vestir, usaban el tabaco absorbiéndolo mediante tubos de hueso, conocían y practicaban la costumbre de momificación de cabezas humanas.
Usaban productos marinos y en cuanto a su cerámica era bi o tri color, empleando el blanco negro y rojo y consistía en vasos cilíndricos, tasas acampanadas, cántaros globulares achatados con doble pico y asa; empleaban de fondo el color blanco brillante y la ornamentación recargada con dibujos trazados esquemáticamente en negro y rellenados con un rojo violáceo, aunque otras veces el fondo es rojo y la ornamentación en blanco y negro. Tenían por animal sagrado al Puma.
En sus tiempos de mayor apogeo, los Chancas formaron una Confederación, de la que eran principales integrantes los Pocras de Ayacucho que tenían por animal sagrado al halcón y los Wancas del valle del Mantaro. Ellos entraron en guerra con los Incas, la cual dio fin al Periodo Antiguo del Perú o Precolombino, para pasar a ser dominado por el Imperio de los Incas.
EPOCA INCAICA
Alrededor del siglo XI aparecieron en el valle del Vilcanota pequeñas tribus quechuas procedentes del Lago Titicaca que fundan en ese lugar la ciudad del Cuzco que sería después la capital del fabuloso Imperio del Tahuantinsuyo. La leyenda atribuye su fundación a Manco Cápac y a su esposa Mama Ocllo, hijos del Sol, que emergieron de las aguas del Lago Titicaca.
El más celebre Inca, reputado por su sabiduría magnanimidad y prudencia así como por los inmensos territorios que añadió al patrimonio imperial fue Pachacutec. Tupac Yupanqui, su sucesor, extendió el Imperio hasta lo que hoy es la provincia de Tucumán en Argentina, y hasta el río Mahule en Chile, por el norte llegaron hasta Pasto y Popayan en la actual Colombia. Con Huayna Cápac el Imperio alcanza su máximo esplendor, al morir este el reino quedó dividido entre sus hijos Huáscar y Atahualpa, estallando al poco tiempo una guerra civil entre los dos hermanos.
El Imperio Inca, tenía una marcada diferencia social y estaba regido por un sistema de gobierno bajo la tutela real del Inca, quien estaba investido de poderes divinos y gozaba de gran respeto. Debajo del Inca se encontraban los Orejones, casta que recibía una cuidadosa instrucción y ocupaba cargos importantes.
Al hombre del pueblo le llamaban Hatunruna, vivía en el campo formando el ayllu o comunidad familiar, que se establecía en una área geográfica determinada cuya explotación se efectuaba en común. Los yanaconas eran una casta inferior, por lo general prisioneros de guerra a los que se les perdonaba la vida a cambio de prestar servicios. Los mitimaes eran una especie de colonos a los que se les trasladaba a vivir a otro lugar para transmitir la cultura y costumbre de los incas a los habitantes de los territorios conquistados.
El trabajo era obligatorio. Los incas tenían un gran sentido social, atendían las necesidades de los huérfanos, viudas e inválidos. La propiedad era comunitaria pero cada uno tenia una parcela de tierra para trabajarla y así obtener el sustento. Este era un pueblo laborioso e inteligente que dominó las matemáticas, la astronomía, la arquitectura y cerámica. Destacaron en la hidráulica y fueron grandes agricultores y acondicionadores de su espacio, cultivando los suelos por el sistema de terrazas, llamadas andenes.
A pesar de su gran desarrollo, no conocían la escritura, pero para llevar sus cuentas utilizaron los quipus, que eran varios cordones con nudos variables que permitían – según la posición y el color de estos -, utilizarlos como registro numérico y ayuda nemotecnia.
Para mantener la autoridad central construyeron una importante red de caminos que facilitaban la comunicación con todas las regiones, estos cruzaban la Cordillera de los Andes sin mayor dificultad. Los encargados de llevar los mensajes eran los chasquis, ellos funcionaban como un correo y recorrían inmensas distancias con mucha rapidez.
Eran de religión politeísta, puesto que adoraban a muchos dioses como el Sol, la Luna, entre otros, pero al que mayor culto rendían era al Dios Viracocha, el cual era considerado como el Dios creador de todas las cosas.
El Imperio Inca se basaba en tres principios éticos, los cuales se cumplían rigurosamente: ama sua, ama lluclla y ama quella, que quería decir, no seas ladrón, no seas mentiroso y no seas ocioso respectivamente.
LA CONQUISTA Y EL VIRREINATO
Cuando el Imperio Inca aun no había alcanzado su madurez y debilitado por la guerra civil entre Huáscar y Atahualpa, tuvo lugar la colonización española; la que, luego de varios intentos, se inicia en 1531 en una acción dirigida por Francisco Pizarro, quien toma prisionero a Atahualpa en el año 1532 y lo ejecuta al año siguiente coincidiendo con la entrada de los españoles al Cusco, que tuvo lugar el 15 de enero de 1533.
La fundación de Lima, ciudad capital del Perú, tuvo lugar el 18 de enero de 1535 por Francisco Pizarro con el nombre de “Ciudad de los Reyes”, a partir de ese momento se sucedieron rivalidades entre los conquistadores produciéndose guerras civiles entre ellos hasta 1554. Almagro fue vencido por Pizarro en la batalla de Salinas, que tuviera lugar en 1538.
Recién en 1547 la turbulencia de la dominación española cesó con el envío por parte de España de Pedro de la Gasca (clérigo), quien logra apaciguar los ánimos, consolidándose definitivamente el Virreinato del Perú, que comprendía los territorios conquistados en América del Sur, menos la gobernación de Caracas, que pertenecía al Virreinato de Nueva España (México).
El 12 de mayo de 1551 tiene lugar la fundación de la primera universidad del país (Universidad Nacional Mayor de San Marcos), convirtiéndose en el centro de la cultura española en América; paralelo a ellos se crearon institutos superiores en Arequipa, Trujillo, Pasco y Huancavelica. En 1584 se establece la primera imprenta por los jesuitas.
En 1739 nace definitivamente el Virreinato de Nueva Granada sobre la base de las Audiencias de Panamá, Santa Fe y Quito, para en 1776 perder las Audiencias de Charcas, las Gobernaciones de Tucumán, La Asunción y Buenos Aires, y el Corregimiento de Cuyo, quedando reducido a los territorios de Perú, Bolivia y Chile.
Las insurrecciones indígenas de Santos Atahualpa en 1742 y Túpac Amaru en 1780 y 1781, junto a la postura enérgica del Virrey Abascal, impidieron la toma de actitudes independentistas
LA INDEPENDENCIA
A medida que se sucedían las sublevaciones, se iba consolidando la idea de “Patria e Independencia” en las elites, cultivadas por las ideas liberales europeas. José‚ Baquijano y Carrillo y Juan Pablo Viscardo y Guzmán, plantean con lucidez por primera vez en el Nuevo Mundo, la idea de la “Autonomía” como único camino para las colonias españolas del continente.
La aparición de la publicación El Mercurio Peruano, donde colaboraron los hombres más ilustres de la época como Hipólito Unanue, iba a afirmar el sentimiento patriótico que habría de llevar a la revolución.
Otro antecedente de la independencia fue la realización de las Cortes de Cádiz, donde se reunieron representantes americanos y se dio entre otras disposiciones la Constitución Liberal de 1812 y se reconoció la igualdad entre españoles y americanos.
El Virrey Abascal combatió los movimientos revolucionarios sofocándolos duramente, las insurrecciones de Aguilar, Ubalde, Zela, Pallardele, las sublevaciones de Huamanga y Huánuco y la importante rebelión de Mateo Pumacahua, prepararon el devenir de los ejércitos independientes cuyos caudillos sabían que el Virreinato del Perú era el centro del poderío político y militar español y que sería necesaria la conjunción de las fuerzas libertadoras en el Perú para dar la independencia a toda América.
Hasta ese entonces los intentos para liberarla habían fracasado. Para conseguir ese objetivo el General José de San Martín, con el permiso del gobierno de Buenos Aires, comienza a organizar el ejército que iría a independizar al Perú después de liberar la Capitanía General de Chile.
El 08 de setiembre de 1820 desembarca San Martín con su ejército en la Bahía de Paracas, al sur de Lija. La campaña sería combinada, naval y terrestre, única forma de invadir el Perú. Reembarca parte de su ejército para desembarcarlo al norte de Lima y envía una división al mando del General Alvarez de Arenales para que se interne en la Sierra y comprometiera a los pueblos para la libertad. En el Pacifico, Lord Chochrane al mando de la flota obtiene el dominio del mar.
Los patriotas lograron las insurrecciones desde Huaura hasta Guayaquil, incluyendo la Sierra. El Libertador ingresa en Lima el 12 de julio de 1821. Días antes la ciudad había sido abandonada por el Virrey La Serna. El 15 se reúne el Cabildo y se decidió la independencia del Perú.
El 28 de Julio de 1821 San Martín, proclama solemnemente la independencia en la Plaza Mayor. Despliega por primera vez la bandera peruana por él creada y pronuncia las siguientes palabras:
“El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende, ¡Viva la Patria!, ¡Viva la Libertad!, ¡Viva la Independencia!”.
A esta proclamación siguió días después un gobierno asumido por San Martín con el título de Protector de la Libertad del Perú, otorgado por decreto el 3 de agosto. En su gobierno que duraría más de un año echó las bases de la organización nacional, abolió el tributo indígena y el servicio personal sin remuneración, creó la Orden del Sol, fundó la Biblioteca Nacional y la Marina de Guerra del Perú.
En las faldas de Pichincha, para dar la libertad a Quito, convergen las dos corrientes emancipadoras, la del Norte representada por Bolívar, al mando del General Sucre, y la del Sur representada por San Martín, al mando del General Santa Cruz, obteniendo la victoria el 24 de mayo de 1822.
Convencido de la necesidad de unificar esfuerzos con los ejércitos del Norte para consolidar la Independencia, San Martín se embarca rumbo a Guayaquil entrevistándose con Simón Bolívar, el 27 de Julio de 1822.
Como consecuencia de esta entrevista, San Martín decide dimitir el mando y a su regreso al Perú convoca al Congreso Constituyente y renuncia a su cargo.
El retiro de San Martín deja libre el camino a Bolívar, quien el 1 de setiembre de 1823 llega a Lima y asume la suprema autoridad civil y militar de toda la República. Establece su cuartel general en Pativilca y se dedica a preparar la campaña contra los españoles.
Con los triunfos obtenidos en las batallas de Junín y posteriormente, en la gloriosa gesta de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, se pone fin a la larga dominación española que había durado casi 3 siglos, consolidándose así la independencia del Perú y de todo el continente.
LA REPUBLICA
En este período del comienzo de la soberanía nacional, la inestabilidad política fue la característica saltante, pues la sucesión de los gobiernos militares por actos violentos sería frecuente, terminando en la etapa llamada anarquía militar, que duró de 1842 a 1844 y que finalizó con el triunfo de don Ramón Castilla, lo que significó el imperio de la Ley y la Constitución.
Se creó la Confederación Perú – Boliviana, para que ambos países puedan nuevamente unirse y recuperar su integración histórica, geográfica y económica. Chile, al ver amenazada su seguridad le declara la guerra a la Confederación, empezaron las luchas hasta 1839, año en que fracasa la Confederación.
Ramón Castilla, asume su primer gobierno entre 1845 y 1851 encontrando al país sumido en la anarquía, el caos político y el desorden económico. Entre 1858-1862 es Presidente por segunda vez. Durante sus gobiernos el Perú vive una etapa de paz, orden y progreso.
Castilla fortaleció la nación, apuntaló la unidad interior, resguardó la soberanía, organizó la defensa continental, abolió la esclavitud de los negros e impuso el progreso económico, construyó el primer ferrocarril y emprendió numerosas obras públicas.
Don Manuel Pardo, fue el primer civil que llegó a la Presidencia. Durante su gobierno (1872-1876) le tocó afrontar la grave crisis económica que, a pesar de sus esfuerzos por reorganizar la administración se agudizó profundamente.
La Guerra del Pacífico iniciada en 1879 que duraría hasta 1883, tuvo su origen en el conflicto surgido entre Chile y Bolivia en la región limítrofe de Atacama, rica en yacimientos salitreros. El 5 de abril de 1879, Chile declara la guerra al Perú. La campaña naval se prolonga por varios meses y a pesar de la heroica resistencia de los peruanos y las hazañas del “Huáscar” al mando del Almirante Miguel Grau, los chilenos logran el dominio del mar. Luego se inició la invasión por tierra, perdiendo el Perú la guerra.
Por el Tratado de Ancón, del 20 de octubre de 1883 el Perú cedió a Chile a perpetuidad el departamento peruano de Tarapacá y por el término de 10 años las provincias de Tacna y Arica. Se estipuló que al finalizar dicho plazo un plebiscito decidiera a qué país pertenecerían estas provincias. El incumplimiento chileno de esta parte del convenio postergó su solución, hasta que por el Tratado de Lija de 1929 Tacna se reincorporó al Perú y Arica pasó definitivamente para Chile.
Después de la guerra el país inicia el largo proceso de la reconstrucción nacional, había quedado económicamente arruinado, la escuadra y el ejército destruidos y la organización administrativa del Estado en crisis. En 1895 asume la presidencia Nicolás de Piérola, durante los 4 años de su gestión crea el Estado Jurídico y Administrativo, restablece el sufragio, implanta el patrón oro, impulsa la actividad económica y agraria, desarrolló importantes obras públicas, moderniza Lima, tecnifica el ejército y estimula la iniciativa individual.
Augusto B. Leguía, asume por primera vez como Presidente (1908-1912), lo sucederán Guillermo Billimguhrst (1812-1814), Oscar R. Benavides (1914-1915), José Pardo (1915-1919) aquí se produce la huelga general de 3 días que dará lugar al establecimiento de la jornada laboral de 8 horas de trabajo; el ex- Presidente Leguía da un golpe de Estado y se inicia el “Oncenio de Leguía” hasta 1930. En 1924 se funda el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), cuyo líder fuera el Sr. Víctor Raúl Haya de la Torre, quien presidió la Asamblea Constituyente en 1979.
Leguía, fue derrocado por el General Sánchez Cerro, quien muere en 1933. Ese mismo año, asume la Presidencia General Oscar R. Benavides, hasta 1939. Posteriormente, Dr. Manuel Prado Ugarteche (1939-1945), Don José Luis Bustamante y Rivero (1945-1948), el General Manuel A. Odría (1948-1956), y el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1956-1962), cuyo gobierno no se llegó a culminar puesto que hubo un golpe de Estado, la Junta Militar de Gobierno convocaría a elecciones nacionales.
En 1963 asume la presidencia de la República el arquitecto Fernando Belaunde Terry, quien en 1968 fue derrocado por un golpe de Estado de orientación nacionalista encabezado por el general Juan Velasco Alvarado, que gobierna el país hasta 1975, periodo que se caracterizó por la introducción de medidas sociales y una serie de reformas, destacando la nacionalización del petróleo y la pesca, así como las reformas educativa y agraria y una posición antiimperialista, no logrando vincular a la población a su acción, mientras que las fuerzas políticas tradicionales fortalecían sus alianzas, en 1975, y bajo el agravamiento de la crisis económica, tuvo lugar un golpe de Estado que significó el principio del fin del gobierno revolucionario que tuviera lugar el 29 de agosto de 1975 por Francisco Morales Bermúdez, quien gobernó hasta 1980.
Al haberse agudizado la crisis económica y al realizarse amplios movimientos huelguísticos, asume la presidencia de la República Fernando Belaunde Terry, luego de llevarse a cabo elecciones democráticas, quien al final de su gobierno no logra superar la crisis económica, ni derrotar a los grupos levantados en armas.
En 1985 llega al poder Alan García Pérez, periodo en el cual se agudiza más la crisis económica así como la subversión, caracterizándose este periodo por un aislamiento económico financiero internacional al limitar el pago de la deuda externa ascendiente a catorce mil millones de dólares.
El Ing. Alberto Fujimori Fujimori (1990-2000), es elegido Presidente de la República en dos gobiernos consecutivos, caracterizándose por la lucha contra el terrorismo, la reinserción del Perú en el Fondo Monetario Internacional, el mejoramiento del nivel de vida de la población y el aumento de la producción y las exportaciones, la promulgación de una nueva Constitución Política (1993).
Luego de que el Congreso destituyera, en noviembre del 2000, al ingeniero Alberto Fujimori Fujimori de la Presidencia de la República y, aceptadas las renuncias de los dos Vicepresidentes de la Nación, por mandato constitucional, el hasta entonces Presidente del Congreso, doctor Valentín Paniagua Corazao, asumió la Presidencia de la República.
Habiéndose convocado a elecciones generales, resultó electo el doctor Alejandro Toledo Manrique, quien asumió el gobierno el 28 de julio de 2001.
Las elecciones generales celebradas el 2006 dieron como ganador al doctor Alan García Pérez, quien inició su segundo mandato presidencial el 28 de julio del mismo año.
BIBLIOGRAFIA:
La Gran Historia del Perú – Editrorial Libris
Compendio de Historia del Perú – Gustavo Pons Muzzo
Enciclopedia Ilustrada del Perú – Editorial Peinsa
Imagen del Perú en el Mundo – Guía Oficial del Touring y Automóvil Club del Perú